Según la ciencia médica, cada vez que el cuerpo humano se desarrolla duele, dependiendo de lo que crezca es el dolor. Por ejemplo los dientes, cuando se es pequeño y los incisivos comienzan a crecer, las encías dan comezón, no se puede morder y en algunos casos hasta hablar resulta molesto, pero este dolor es menor comparado con el que causan las muelas del juicio, no hablo por experiencia propia, pero sé que son dolores de cabeza insoportables, que la quijada duele al masticar, que las encías se revientan y sangran, hasta que al final nacen las muelas. Ahora bien, si se es afortunado y hay suficiente espacio en la mordida, la muela se insertará sin complicaciones, pero si no, el nacimiento será muy doloroso e incluso podría arruinar a los demás dientes.
No obstante, existen otros dolores de crecimiento, a éstos hay que llamarles "dolores no físicos" con el simple objetivo de no entrar en debates psicológicos o filosóficos. Respecto a los dolores "no físicos" poco se sabe, es decir, son impredecibles, nunca se tiene la certeza de cuándo van a surgir, generalmente son consecuencia de agentes exteriores y llegan cuando se pierde el control de las situaciones, nos enfrentan a problemas nuevos, son causa de desilusiones, es decir, de toparse con el muro de la "realidad" o de la "verdad", claro, realidad que se transforma dependiendo del cristal, y verdad de acuerdo al que mejor convenga.
Para los dolores " no físicos" de crecimiento, no hay medicamento, no existe un paracetamol o una aspirina que alivie los malestares, ni un periodo determinado de sanación, son volátiles, y de la misma manera en la que llegan se van, su intensidad es variable y nunca constante.
Suponiendo que los dolores físicos o no físicos de crecimiento son para desarrollar elementos que nos harán más fuertes y menos vulnerables a circunstancias externas, se podría decir que detrás de la tortura y sufrimiento se encuentran ventajas y placeres futuros. Al tener dolores de crecimiento se otorga la certeza de que duele porque nos estamos convirtiendo en personas mejores equipadas para enfrentar las adversidades futuras, cada vez se es más completo, por esta razón no se debe tener miedo enfrentarse a ellos.
Ahora si no coincido mucho con tu entrada. No es garantía que el dolor sea un elemento de fortaleza, simplemente porque este no es voluntario. A ver si me puedo explicar mejor, con respecto a los dolors físicos, cuando te salen los dientes en la edad infantil y duele, eso no implica que cuando se te caen, no vas a sentir de nuevo dolor. No creo que el dolor sea útil en el sentido que nos aminora vulnerabilidades.
ResponderEliminaro hablo del dolor normal, hablo de los DOLORES DE CRECIMIENTO, son temporales... y depende de lo que te crezca, por ejemplo el dolor de las rodillas (cuando creces) duele y eres torpe, pero no te quedas torpe por siempre ni te duele siempre, el dolor de crecimiento indica que estás desarrollándote, aunque el que te duela y te desarrolles no implique que nunca más te va a doler, puesto que existen una y mil causas diferentes del dolor no sólo el crecimiento o ¿tu crees que si no te hubieran crecido las piernas y no te hubieran dolido las rodillas, consecuencia natural del crecimiento, serías igual de hábil al caminar como ahora?
ResponderEliminarY en efecto, el dolor de perder los dientes será evidente, pero algo tendrás que aprender; comerás sin dientes y habrás desarrollado habilidades nuevas al masticar.
Por último, no lo digo yo, ya lo dijo Friedrich Nietzsche "Lo que no te mata, te hace más fuerte".
Saludos