Bebé en casa.

Hacia mucho tiempo que no tenía un bebé en mis manos y está mañana  pude contemplar la inocencia y sentir la ternura que puede causar el ser humano.

El ajetreo diario de la vida impide que veamos la dulzura que desparrama el mundo, con tantas noticias horrendas sobre el planeta, se nos olvida que el amor se encuentra a flor de piel, y que existen pequeños momentos que nutren el alma.

Pienso en la gran responsabilidad, que los "adultos" tenemos respecto a los niños , pienso que es muy difícil poder enseñarle al otro, y pienso también que todos deberíamos tener un entrenamiento de vida. Y qué es el entrenamiento de vida bueno, así le puse yo a las acciones diarias, el entrenamiento se supone que debe ser para  aprender a amar y para hacernos en medida de lo posible, conscientes. 

Mi entrenamiento empezó hace apenas medio mes, y se me ocurrió porque quería un perrito y estaba muy emocionada por tenerlo, hasta que un día la realidad me alcanzó y me di cuenta  que no tenía tiempo de cuidarlo como debería ser, dije : "si ni me da tiempo de comer, ya parece que voy a tener tiempo de  estar limpiando las cacas del perro",  así que decidí dejarlo pasar, a cambio preferí tener una planta, y dije: " si la planta sobreviví y crece sana durante 1 año o más significa que si puedo tener un perro". Y es que, lamentablemente todas las plantas que han pasado por mi cuarto terminan secas, esta vez lo más importante fue que decidí no dejar morir a alguien; éste ha sido el primer paso del entrenamiento.

Sé que seguramente me escucho  algo parecido a "únete a los optimistas", pero realmente lo único que quiero  es recordar la importancia del mirar a tu alrededor y de reconocerte en el otro. Como diría Jodorowsky " El amor es el agradecimiento por la existencia del otro".