viernes, 15 de abril de 2011

***La condena de la criatura de las tierras blancas *** Parte III

Seguí cautelosa observando, tratando de comprender qué hacía esa criatura en ese espacio infinito, qué hacía la criatura ahí sola, trate de encontrar respuestas a su mutilación. Imaginé una y mil opciones, creí que había algo ahí que amenazaba con su vida, especulé que eran territorios de peligro, pero nunca vi, ni escuche nada que confirmara mis sospechas negativas sobre el entorno.
Creaba teorías de su situación hasta llegar a la idea de que aquella criatura había llegado a ese lugar por la misma razón que yo, supuse que seguramente, al igual que yo, se encontraba en un sueño, me situé en el lugar de observador, pero me sentía muy incómoda al pensar que me entrometía en un sueño ajeno. Me preguntaba si era posible que en mi sueño viera otro sueño, era posible que fuera una creación mental sin sentido; cada que llegaba a esta preguntaba, deseaba despertar, porque en el mundo mental todo
es posible, caben mil pensamientos en una idea, la asociación creativa puede tener infinitud de significados.
Traté de disolver mi pensamiento y decidí hacer algo con lo que tenía enfrente, aunque lo único que podía hacer era observar.
Continúe poniendo atención a sus movimientos, estaba estupefacta con lo que veía porque nada entendía, no entendía la desesperación de la criatura, ni tampoco entendía su constitución. Seguí analizando y de pronto se apareció la señal que había estado esperando, encontré la razón de si estrés. Vi como la criatura se autodegustaba, disfrutaba su sabor y su apariencia, no se aguantaba las ganas de comerse a sí mismo. Fue así como me di cuenta que no había tal enemigo, el único adversario amenazante era ella misma.
Vi como se automutilaba y como devoraba sus restos, no podía creer lo que veía, sentí miedo, repulsión, nauseas, ganas de ayudarle, de irme, de salvar a los seres pequeñitos, pero yo seguía invisible e impenetrable.
Observé como disfrutaba sus platillos, vi el placer que la albergaba al sentir su interior vivo, comprendí el goce después de devorarlo, pero también percibí el dolor que le causaba hacerlo, noté el sentimiento de culpa que la albergaba después de haber tomado el banquete. Clarifiqué el intento de abstinencia y si derrota inseparable. Desconozco el tiempo que pasé enfrente de ella, pero sé que en ningún momento pudo controlar sus impulsos, estaba sometida a sus deseos.

Viéndola me quedé dormida, fue entonces cuando desperté de mi sueño, ya era tarde para ir a la escuela, me apresuré y salí corriendo.

Lejos de mi sueño ahora pienso que aquella criatura está condenada a desaparecer, creo que no soporta la tentación de tener más de lo que posee, su amor se ha transformado en avaricia, para ella ya no es suficiente lo que tiene a su alcance físico, quiere interiorizar por siempre aquello que la crea y que percibe como ajeno, sin darse cuenta que se mutila y que está acabando con la belleza que la integra.


La última parte del cuento sobre mi tesis, quise compartirlo ya mejorado. Espero les guste.

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